Vienen, los huelo.
Son ellos.
Se disfrazan de límites y «cuidan» de nosotros, siempre recordándonos que no debemos forzarnos demasiado, nos dicen que tenemos suerte.
– Un techo y un plato de comida! Agradecelo y conformate.
Nos envenenan usando palabras como «seguridad» y «normalidad» nos cuentan que «solo los genios llegan a eso» «es muy dificil» o » de esfuerzo no merece la pena»
Nos visten de «no puedo» y nos maquillan con «es suerte»
Nos mienten, ¿me oyes?
Nos mienten.
Y yo no quiero más mentiras, puedes ser quien quieras, puedes conseguir lo que quieras, puedes llegar a donde tú quieras.
Sólo debes pagar el precio.
Si quieres o no, es otro tema, si a ti te parece que merece o no la pena, pero que nadie, absolutamente nadie te diga que no puedes hacerlo.
Por que vienen a por nosotros, para convencernos de ello.
Y cada vez son más.
Y nosotros somos menos.