Mi sitio está aquí 

Este fin de semana, después de ver mi nuevo calendario lleno de pegatinas de colores (una rosa por cada dia de bjj y azul por entrenar en casa) y después de llorar como una niña, me he dado cuenta  de lo que estoy haciendo.
Y oye,  estoy orgullosa!
Cuando me dicen que escriba lo que siento en el tatami,  respondo que me da vergüenza,  y claro que me da.  
Como si no fuera digna,  como si no llevara ya mucho tiempo peleándome con todas esas voces de mi mente que me dicen que no puedo,  que no valgo para esto,  que mi cuerpo no vale.
Intentando seguir el ritmo,  las explicaciones,  aprender y ensayar una y otra vez las posturas,  intentar estar a la altura de mis compañeros hombres mucho más fuertes y entrenados que yo que me hacen rendirme y gemir de dolor una y otra vez.

Como si por ser mujer,  por tener sobrepeso (pero ni la mitad de antes)  y por no haber hecho nunca deporte en serio (mis sesiones de horas y horas de spinning,  las palizas en el gym de la uib y todos mis intentos de dietas milagrosas y apuntarme a gimnasios que no voy a nombrar aquí no valen de nada) no sirviera de nada el esfuerzo y el cambio que he dado en un año, tanto a nivel físico,  como mental,  y todo lo que me queda por venir.

Preocupandome siempre por si pesaré demasiado,  haciendo en casa los ejercicios con mi entrenador personal (gracias,  muchas gracias ) llorando por las agujetas, mirando a la cara con mil ideas en la cabeza de lo que pondrán pensar de mi a mis compañeros y luchando una y otra y otra vez,  hasta acabar exhausta,  despeinada,  llena de moratones,  pero feliz y en calma.

¿Y por qué no voy a escribirlo?

Porque si a finales del 2015 me costaba hasta levantarme de la silla  el año pasado fui capaz de levantar mi propio peso en barra, correr una hora seguida en la calle y en 11 semanas más de entrenar cada día sin excusa y esforzarme al máximo para ser la mejor versión posible de mi misma,  voy a competir en mi peso y estoy segura de que tengo mucho que ofrecer.
Porque cuando he dicho que soy un desastre y una patosa,  me has respondido que ya no soy patosa,  y sigo pensando que soy cosas que ya NO SOY.

Por hacer que cada día cuente,  y luchar de verdad,  porque esto me hace mucho más guerrera que lo que he sido nunca por mucha manifestación y mucho grupo antisistema en el que me haya metido.

Por que siempre he conseguido todo lo que he querido,  pero jamás me he atrevido a querer nada de mi cuerpo.

Estoy al principio de un largo camino que voy a recorrer cueste lo que cueste,  porque SE que ese camino me pertenece o mejor dicho porque YO pertenezco a ese camino.

Y yo siempre escribo lo que siento y ahora esto forma parte de mi vida.

Os! 

4 comentarios en “Mi sitio está aquí 

  1. Esas etiquetas que nos enchufaron sin quererlo desde bien jovencitas (eres torpe, eres frágil, no sirves para esto o aquello…) son impuestas por otros y sin embargo, nos las hemos creído. Ahora es TU MOMENTO. Las coges todas y las rompes. Tú sabes bien quién eres. Inteligente, preciosa y fuerte. Además de mi hermana :p

    Me encanta leer lo que sientes y sale del fondo de tus entrañas.

    Me gusta

  2. Mierda no puedo editarlo, que se me trabó el maldito móvil, lo que decía, enhorabuena por tu continuo esfuerzo. Ánimo y a por todo, porque sí puedes y porque ya lo estás consiguiendo.

    Me gusta

  3. Muchas felicidades por lo que has conseguido, habrá sido duro, pero llegar hasta aquí habrá valido la pena, lo mejor está por llegar por qué con ese espíritu de superación, no tienes límite, lo mejor de ti misma estará siempre por llegar y al mismo momento, lo estás dando ya, porque hay que disfrutar del camino mientras tú misma das lo mejor de tí en cada momento. Enhorabuena por todos tus logros y enhorabuena por todo lo bueno que vendrá después, como fruto de tu continuo esfurrzl

    Me gusta

Dame intensidad!